Galletas de avena y plátano
Esta cuarentena nos requirió una repentina urgencia de algo dulce, y ayer, después de leer, limpiar, volver a leer, cocinar, tomarme una cerveza y subir fotos de mi niñez a mis historias de Instagram, -y volver a leer- hice estas galletas de avena en el horno eléctrico, quedaron buenísimas; llevan plátano, avena, almendras y nueces.
Si hubiera tenido trozos de chocolate sería una galleta en tendencia, pero en estos días que nos tocan vivir, todo logro, es dulcemente perfecto.
No puedo explicarles la cara que hizo mi esposo cuando le dije que le prepararía galletas, -casi nunca cocino nada dulce por lo del síndrome metabólico que se carga- pero en estos días, donde te sientes suspendido en el tiempo, quiero pensar que las enfermedades, dolores, padecimientos crónicos, miedos del miedo, sueños premonitorios, virus que no veo, excetricidades, fracturas como la que está sanando él y mis ansiedades... se replegaron todas para sólo esperar momementos simples como estas galletas.
Galletas de avena y plátano
•1 taza de harina
•1 cdita. de canela
•1/2 cdita. de sal
•1/2 cdita. de royal
•1/2 cdita. de maicena
•1 cdita. de canela en polvo
•1/4 cdita. de clavo molido
•1/2 taza de mantequilla a temperatura ambiente (pueden sustituir por aceite vegetal)
•1/2 taza de azúcar
•1/2 taza de azúcar mascabado
•1 huevo
•1 taza (2 plátanos) aplastados
•1 cdita. de extracto de vainilla
•2 tazas de avena
•3/4 de taza de almendras y nueces picadas.
-Mezclar los ingredientes secos, si pueden cernirlos, mejor.
-A parte, apachurrar el plátano haciéndolo puré, agregar la mantequilla y batir (en batidora o con batidor de globo manual hasta acremarlo), agregar poco a poco la azucar y demás ingredientes húmedos.
(Pre calentar el horno 300 grados, yo usé horno eléctrico y varía un poco)
-Agregarle a la mezcla, todos los ingredientes secos poco a poco, incorporarlos bien y agregar avena, nueces y almendras.
-Poner la mezcla formando bolitas en charola engrasada con papel para hornear, (dejar espacio entre ellas)
-Hornear entre 15-20 minutos a 350 grados. (Así me quedaron bien en un pequeño horno eléctrico, puede variar en el de gas) están muy rápido.
A veces descansar tanto, cansa.
He dormido más, he soñado raro y soñado despierta también; he leído más –me he leído hasta la letra pequeña de las etiquetas– y hasta ya confeccioné en mi máquina una funda y un mantel. Mi reto de estos próximos días será aprender a poner un cierre a un cojín.
He pensado en el proyecto que no podré lanzar este año por esta histórica pandemia, he sentido mis huesos y mis pensamientos dentro de estas paredes que nos tienen encerrados, he sentido el cansancio que ya traía arrastrando. He perdido chamba, no tengo ingresos, pero no he perdido lo que sé hacer... hacer.
Hay que recoger nuestras experiencias, guardarlas, no olvidar para elegir y empezar -nos va a servir para después-
Por lo pronto, hacer estas deliciosas galletas de avena es un buen comienzo.
Un abrazo grande a todas y todos mis lectores.