CÓMO HACER (QUERER CON PASIÓN) PARA VENDER TU TRABAJO
¿Han escuchado la frase "el que no enseña no vende"? Hoy reflexionamos en cuando REALMENTE se quiere trabajar en algo. ¿Qué hacer para vender tu trabajo?.
Y es que hay mucha diferencia entre "hacer" y "de verdad querer"
Ya saben que mucho en Diario de un freelance trae tela de doble vista: Si bien lo pongo en el contexto de moverse y trabajar en el sentido profesional y desarrollo pleno de la mujer, la otra vista pretende inspirar en la forma en como construimos la vida muchas (os) de nosotros.
Me preguntaron recientemente: ¿Qué haces para vender tu trabajo y para que te conozcan?
1.Visibilidad y visibilidad
Y más en mi caso si se trata de forma, color, gráficos, estilo y concepto. Tal vez tienes esas grandes ideas que no toman forma o lo que se ve no vende ni comunica correctamente. Es normal tener algo de miedo cuando se trata de vender tu propia imagen o arrancar algo nuevo. Es casi como el momento incómodo que llegas a una fiesta donde nadie te conoce.
¿Público difícil? busca si la forma que te presentas es la correcta y si no, transfórmala. Encuentra tus fortalezas y muéstralas al mundo, que sepa que ya llegaste.
2. No dejar las cosas a la mitad
Muchas personas arrancan algo y no se permiten vivir la curva de aprendizaje. "Abandonan el barco cada rato". Dejar las cosas a la mitad porque no dan los resultados a la primera, no nos permite hacer un buen análisis de lo que está pasando.
Hay mucha diferencia entre hacer y de verdad ponerle toda la pasión a un proyecto, (profesional o no). Por lo regular picar por aquí y por allá es un proceso en lo que encontramos hacia dónde queremos ir. Cuando logras esta identificación y aunque nada es eterno, cada hora puesta es un agradable desafío.
3. Hay mejores que yo
Claro, y siempre lo habrá. ¿Quieres seguir sólo observando este fenómeno o encontrar estimulante la competencia? Al final se trata de encontrar la madurez para enfrentar y sortear los desafíos normales de emprender y aprender que en la vida hay sueños que se cumplen y la sabiduría para aceptar los que se transforman.
Agudiza la vista para encontrar qué personas y situaciones son las adecuadas para ti. Competencia siempre habrá y es totalmente estimulante reafirmar tus valores, personalidad y fortalezas durante el trayecto.
4. Tengo como cien años
La edad es relativa, pero la experiencia cobra valor con el tiempo. Cuando dominas algo, el proceso es totalmente intuitivo por que la experiencia ya caminó por ahí muchas veces.
Me he topado con muchas personas con una actitud "cansada" a los treinta y otros rumbo a los 70 refrescando su imagen personal - profesional ¿Lo pueden creer? sí, y también conozco mujeres de más de 65 que siguen construyendo en lo profesional, ultra trabajadoras y en búsqueda de un desarrollo humano completo.
Las ganas de hacer una verdadera identificación con tu proyecto profesional o de vida, si se queda viendo el tiempo pasar, nunca podrá decir en ninguna etapa:
- "Lo intenté, funcionó, no funcionó... pero lo hice "-
5. Me da pena, ¿Qué digo?
Frecuentemente más de la mitad de tus contactos, incluso, algunos amigos cercanos no tienen ni idea de lo que haces o pretendes hacer. "El que no enseña no vende" y no hay necesidad de rematar con: "el que enseña mucho se le mosquea o el que mucho enseña vende barato".
Se trata de saber cómo y qué hacer para darle forma a tu trabajo, deseo o sueño más profundo; ese, del que no te sientes muy segura de qué hacer, el que te quita el sueño y te despierta como ese mosquito a media noche. Hay que poner a trabajar la inspiración creadora.
6. Dale valor
Depende la situación, hay un valor que generan los conocimientos que por lo regular es muy intangible.
Son las experiencias extras que van de la mano con lo que deseas vender, mostrar o hablar. ( Yo algunas veces lo relaciono con el valor real de las personas, su capital humano, de conocimientos, de expresión, de bondad, de interés; el que no se mide en pesos si no en las ganas de conectar con algo nuevo o con alguien).
Pues bien, si trasladas esa percepción a tu servicio, producto o a tu propia imagen personal generando otras experiencias, poco a poco se construye el mágico valor de marca.
7. Muestra con estrategia
Las ideas son tan variadas y coloridas como mercado en domingo, pero hay que ponerles orden y elegir la mejor estrategia para venderlas.
Vale la pena invertir tiempo y recursos en ello. Muestra lo que eres, qué haces y sobre todo: si no estás convencida déjalo y cámbialo. No hay que hacer las cosas por hacerlas, hay que querer de verdad con mucha pasión para aceptar los retos y enriquecernos cada día con los aciertos y los errores.
Apodérate con seguridad de lo que de verdad quieres.