septiembre 19, 2024

PANELA HORNEADA CON CEREZAS

12026-panela-horneada-con-cereza-y-pimientos.jpeg

Las cosas siempre cambian. Así como el verano ya se está despidiendo y los cielos de los azules más bonitos se están presentando, es la clara señal que ahí viene el otoño.

Aunque siempre he sido de verano, no puedo engañar a nadie: el otoño tiene lo suyo.

Es esa época en la que me dan ganas de cambiar pequeños detalles en la decoración y sacar otra ropa con la que me hubiera cocido en el verano pero tampoco es lo suficientemente caliente para invierno. Es esa época donde ya me compré un outfit color cereza para no olvidarlas. Es esa temporada donde ya caí presa por adelantado de la mezcla pumpkin spice. Me acabo de comprar una bolsa de ese mix de especias que no entiendo por qué lo llaman de calabaza si de eso no tiene nada; entiendo el concepto del nombre, pero siento que lo cierra a una única receta e insisto: ninguna especia de esa mezcla es sabor calabaza. Es una decisión extraña pero famosa.

44894-cerezas.jpeg

Es como esas cosas raras de la edad que tampoco entiendo: de pronto algo que no te hacía daño ahora te inflama, la estructura de la piel cambia de un momento a otro y a esto de nada lo ayuda ese invasor algoritmo que me está angustie y asuste con información de la perimenopausia y los síntomas de esa bella temporada otoñal que yo todavía veo muy lejana; por lo pronto, no me ha visitado aún ningún síntoma, pero de tanto que aparece en mis contenidos no dudo que pronto empiece a sentir algo.

 

Las cosas siempre cambian como cambia el cuerpo. Todavía me animo a faldas muy cortas pero seguido las regulo con botas largas, aunque ese abrigo dorado que estoy viendo colgado tiene toda la personalidad de que sí le gustan los cambios de clima.

 

Las cosas siempre cambian como las personas, es como cuando sabes que el cariño sigue ahí pero los intereses ya no y muchas veces tienes que encontrar nuevas formas de relacionarte, separarte o estar abierto a conocer nuevas personas. Hace unos días planeando una posible reunión hacíamos la lista de un mix de invitados y de pronto veíamos que los intereses de la mezcla no funcionarían; lo entiendo, racionalmente sé que tiene sentido, pero yo que soy de mezclas algunas veces me cuesta trabajo caer en lo mismo y lo imagino distinto: pienso que lo interesante es cuando todos tienen deseo de generar plática nueva e interés por el otro  - eso no quiere decir que vaya a funcionar – porque hablo más desde mi deseo y mi estilo, pero me atrevo a pensar que lo que a veces falta es cambiar el sentido de los encuentros y no sólo hacerlos por costumbre o por deber. 

 

Las cosas siempre que cambian asustan; a veces hasta entristecen, pero a veces es sólo cuestión de hacer un buen trabajo consciente (que es una joda y cansa) pero ese cambio siempre será una buena inversión si te lleva a tener una nueva relación con la vida. Porque las cosas siempre cambian: cambia la relación de pareja, las familias, los amigos, la energía, el cuerpo, los vínculos, los problemas, los estreses, los duelos, la salud, la estabilidad emocional, las ganas, el tiempo, los intereses; cambia porque la vida no se detiene y debemos de aprender a seguir en ella.

 15442-cerezas-y-panela.jpeg

Y es que quedarse sin cambiar te cierra las oportunidades para probar cosas distintas. Hay cambios tan profundos que pensé que no iba a experimentar, no me iban a doler y los que me faltan... Pero también he probado otras cosas tan padres que no pensé que me fueran a gustar y mantener la curiosidad y el deseo atento.

Es como el bonito cambio de temporada, algunas cosas por ejemplo de verduras o frutas ya no las encontrarás tan fáciles o en sus características correctas pero es la oportunidad para adentrarte a explorar otros sabores.

 

Por eso creo que cocinar a mi estilo me gusta tanto: siempre ando cambiando todo para encontrar nuevas posibilidades, y no es que las versiones originales no me gusten, es que a veces uno siente la cosa pesada y hacer cambios en la receta original te ayuda a entender tus capacidades creativas y crecer el deseo, que aunque para muchos parezcan cambios mínimos o insignificantes, para otros son un enorme logro.

 

Las cosas siempre cambian y es lo que hace una vida movida, deseosa y alegre; como esa bata de tigres que tengo en la foto, recuerdo la ligereza de la mañana, la calma, la pausa en la cocina y el momento previo donde la mente creaba ese lugar de qué me iba a poner ese día, a quienes iba a ver, qué se serviría, es el avance perfecto de las decenas de batas de Señora estrafalaria que pienso tener para salir a ver mis plantas y es más allá de la bata y las plantas, es al lugar donde quiere aterrizar el deseo y eso requiere convivir y trabajar en muchos cambios.

 

Sé que me faltan muchas cosas por cambiar o mejorar y puedo afirmar que llevo años en el proceso, no he abandonado mi deseo de aprender a estar en bienestar y sacarme de un lugar emocional entintado de tristeza, dificultad y sacrificio. Las cosas siempre cambian si tú quieres que así sea.

87052-panela-horneada.jpeg 

Se empieza de a poquito, como pulir y engrandecer las pequeñas cosas cotidianas como un buen kilo de cerezas.

 

Este verano desquité de a montón las cerezas: solitas, horneadas, en ensaladas, en ataques de pura gula o moderadamente en mi hora del té, porque sí, tengo a diario “mi hora del té” (que esa casi nunca he cambiado).

 16945-panela-horneada-con-cerezas.jpeg

 

PANELA HORNEADA CON CEREZAS

 

  1. Picar la panela con un cuchillo para que se impregne bien de todo.
  2. Ponerle ajo picado, aceite de oliva, paprika ahumada, un toque de salsa inglesa, un poco de sal y pimienta y hierbas aromáticas al gusto. Cubrirla muy bien y mezclar con vegetales picados como pimientos de color, cebolla y las cerezas sin hueso.
  3. Ponerle un toque de miel y hojuelas de chile seco y hornear casi por 45 min. revisando que empiece a derretirse. Si se está dorando mucho y le falta, pueden tapar con aluminio unos minutos.
  4. Acompañar con tostaditas crujientes o pan artesanal.

 

La preparé en distintas ocasiones este verano para compartir con amigos y resultó muy buena. Las cerezas le dieron un buen contraste a lo dulce pero con un toque perfecto de acidez con lo suave de la panela y los demás sabores. ¡Se las recomiendo!

Esta temporada pueden probar con uvas también.